A pesar de que Daddy Yankee se despidió de los escenarios, siempre será recordado como el ‘Big Boss’ para sus fanáticos, quiénes ahora evidencian su profunda conexión espiritual y su deseo de seguir un camino dedicado a Dios.
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Los primeros mensajes de Daddy Yankee
Como se recuerda, Daddy Yankee en su concierto de despedida sorprendió a todos al anunciar que dedicará su vida a servir a Dios, por lo que desde ese momento sus seguidores notaron un cambio impresionante en sus redes sociales.
Desde hace algunos días, Daddy Yankee ya viene compartiendo sus primeros mensajes espirituales tras haber abandonado la música, que reflejaría su nueva perspectiva de la vida. En la publicación que compartió el 15 de diciembre, en donde aparece con un sol radiante a sus espaldas, el artista escribió:
“No hay nada más poderoso para tener esperanza que el tener una comunión diaria con Dios. Habla con Él, aprende a escucharlo. Esto te permitirá aumentar la espera que tienes en la vida y en ti mismo. Alimentando el alma, el cuerpo y espíritu de luz.”
Asimismo, Daddy Yankee compartió un versículo bíblico, Salmos 34:14 que menciona lo siguiente: “Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y síguela.”
¿Cómo luce Daddy Yankee ahora?
Por otro lado, Daddy Yankee expresó en otra publicación del 11 de diciembre, que está muy agradecido con Dios y así compartió un mensaje espiritual:
“¡Buenos días yo siento que hoy es mi día! Gracias Puerto Rico por hacer el tema #1 en radio. Por encima de ese logro, es que esta canción te alegre la vida para siempre. Si estás leyendo esto es porque tienes vida, y si hay vida, hay esperanza de seguir adelante. Recuerda siempre tener la disciplina de AMARTE. Dios está en control!”.
El pasado 4 de diciembre, Daddy Yankee confirmó en sus redes sociales su retiro de la música luego de décadas dentro del género urbano y haber colaborado con diferentes artistas, por lo que en una extensa publicación en Instagram señaló:
“Familia: Este día para mi, es el más importante de mi vida… Esta noche reconozco y no me avergüenzo en decirle al mundo entero que Cristo vive en mí y que yo viviré para él. Este es el final de un capítulo y el comienzo de uno completamente nuevo. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?”.
